Los contribuyentes que soliciten aplazamiento o
fraccionamiento de deudas tributarias de hasta 30.000 €uros quedarán exentos de
aportar garantías. El límite anterior era de 18.000 €uros.
Las solicitudes de aplazamiento de retenciones del IRPF
siguen siendo inaplazables
Entre 2011 y 2014 el importe de las solicitudes ahora
exentas sumó más de 2.500 millones.
Los contribuyentes que presenten solicitudes de aplazamiento
o fraccionamiento de pago de deudas tributarias de hasta 30.000€uros quedarán
exentos de aportar garantías para su concesión, según establece una Orden
Ministerial de Hacienda que se publicará próximamente en el Boletín Oficial del
Estado (BOE), que regula el nuevo límite para la exención, situado hasta ahora
en los 18.000 euros.
De esta forma, un mayor número de contribuyentes contará con más facilidades para el cumplimiento de sus obligaciones tributarias. De media, la Agencia Tributaria (AEAT) viene recibiendo en los últimos años más de 25.000 solicitudes anuales de aplazamiento o fraccionamiento de deudas situadas entre los 18.000 y los 30.000 euros. Entre 2011 y 2014, el importe de las solicitudes de aplazamiento que ahora pasan a quedar eximidas de la aportación de garantías para su concesión sumó más de 2.500 millones de euros.
Esta mejora en las facilidades de pago de deudas afectará a
todas las solicitudes de aplazamiento y fraccionamiento que se presenten, con excepción
de las deudas generadas por falta de ingreso de las retenciones de IRPF, que
siguen siendo inaplazables, salvo la concurrencia de las causas excepcionales tasadas
por ley, y de las deudas para las cuales el Código Aduanero Comunitario
establece una regulación independiente.
Fuentes de la AEAAT subrayan que la exención de garantías en
las solicitudes de aplazamientos y fraccionamientos supone para el
contribuyente una clara reducción de cargas indirectas, dado que se podrán
tramitar de forma más sencilla y rápida, y el solicitante no tendrá que asumir
los costes derivados de la solicitud de avales, hipotecas u otras garantías.
Las garantías en los aplazamientos concedidos por la AEAT el
año pasado fueron 11.454 por un importe de 1.492 millones de euros, según la
Memoria de la Agencia de 2014.
El organismo que dirige Santiago Menéndez señala que con
esta ampliación del perímetro de la exención de garantías se profundiza en la
mejora de las condiciones para la concesión de aplazamientos que ya viene dada
por la financiación históricamente baja existente para la deuda tributaria.
Para 2016, el tipo de interés de demora, el que rige para los aplazamientos y
fraccionamientos de deudas tributarias, bajará del 4,375% vigente en 2015 a un
nuevo mínimo de 3,75%.
En los últimos cuatro años, la Agencia Tributaria ha
concedido aplazamientos por un importe superior a los 30.800 millones de euros,
y de ese total casi un 70% ha supuesto mayores facilidades de pago de deudas
tributarias para el conectivo de pymes y autónomos.
Estas facilidades no se aplicarán a los aplazamientos de retenciones
del IRPF. Una instrucción de la AEAT de diciembre de 2014, que se aplica desde
enero de 2014 establece que las solicitudes de aplazamiento o fraccionamiento
de retenciones e ingresos a cuenta son “inadmisibles” ya que considera que el
fin de esta práctica es “defraudatorio”. Muchas empresas se financiaban
aplazando el pago del IRPF.
La medida redujo el número de solicitudes de aplazamientos
de retenciones que presentaron las empresas un 58,5% en enero de 2014 en
comparación con el mismo mes de 2013.
La Ley General Tributaria restringe al máximo las
solicitudes de aplazamiento de retenciones, pero una instrucción que lanzó
Pedro Solbes en 2008 abrió la mano, y permitió a las empresas aplazar el pago
del IRPF de sus trabajadores cuando la crisis empezaba a endurecerse. Acabó siendo
una de las principales vías de financiación de las empresas con problemas de
Tesorería, sobre todo de las que gestionan importante volúmenes de salarios
como los clubes de fútbol, muchos de ellos, en concurso de acreedores.
Los resultados de esta medida son elocuentes. El importe
total de aplazamientos solicitados se incrementó un 17,6% entre 2010 y 2013, y
el de retenciones de las empresas, un 91,5%. En 2013, se solicitaron 2,06
millones de aplazamientos por un importe de 16.354 millones, cuando en 2007 las
solicitudes no llegaban a 6.000 millones.
Las excepciones a la inadmisibilidad de aplazamientos de
retenciones en el IRPF son, según el artículo 82,2 de la Ley General Tributaria,
que el contribuyente “carezca de bienes suficientes para garantizar la deuda y
la ejecución de su patrimonio pudiera afectar sustancialmente al mantenimiento
de la capacidad productiva y al empleo, o pudiera producir graves quebrantos a
la hacienda Pública”. Estos requisitos impedirían que una Pyme consigue un
aplazamiento de las retenciones.
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